3 cosas que debes considerar al comprar un mueble si tienes mascotas

Imagina que mañana llegas de un día de trabajo. quieres llegar de la oficina y recostarte en tu nuevo sofá para descansar, o sentarte en tu nueva silla para leer un buen libro o comer tu bien merecida cena, pero cuando abres la puerta te encuentras con que tu querida mascota ha dedicado la tarde entera en estrenar tus muebles antes que tú y aquella piel o tela que tanto te gustó ya tiene algunos rasguños o mordeduras y pelos por doquier.

Claro está que ellos no son culpables y aunque sabemos que las amas, puede que en la elección de los muebles no los hayas tomado en cuenta. Cuando adquirimos un mueble para nuestra casa o estamos remodelando nuestro departamento siempre nos imaginamos el sitio en el que lo vamos a colocar y la manera en la que lo vamos a cuidar, pero ¿has pensado en cómo tu mascota se comportará con tu nueva sala, recámara o comedor?

Al igual que tu, las mascotas tienen sus necesidades espaciales propias, pues necesitan de un lugar para dormir, jugar, descansar y hacer sus necesidades. Cualquier cambio que realices a tu hogar también tendrá consecuencias en ellos. Puede que para tí una mesa signifique un lugar para estudiar o comer, pero para tu mascota puede ser un nuevo lugar para afilar las garras.

Es por ello te señalamos 3 cosas a considerar a la hora de adquirir un mueble si tienes una mascota en casa:

1.- Limpieza

Si vas a tener una mascota que mida lo suficiente para subirse a los muebles o sea tan inquieta que nunca te obedece, ten en cuenta que deberás tener más cuidado con los asuntos relacionados con la limpieza.

Puedes aspirar varias veces por semana, pero es natural que si no encuentras pelos entre los cojines, por ejemplo, sí aparecerán ocasionalmente manchas o rasgaduras.

Para hacer más rápida y profunda la limpieza te sugerimos que al comprar un sofá o sillón, por ejemplo, busques uno con fundas intercambiables que se puedan quitar fácilmente, lavarse por separado y de nuevo colocarse. Las hay con cierre o velcro, así como de distintos colores y texturas. Aprovecha de adquirir desde el inicio un juego extra para que tengas siempre una de reserva ante una emergencia.

2.- Tendrás que tomar en cuenta sus necesidades espaciales.

Aunque son pocas las personas que poseen un jardín para que sus mascotas jueguen tranquilamente, sí es común que para cada una haya un sitio destinado para dormir. Si después de cambiar tu recámara te diste cuenta de que ya no tienes lugar para la cama de tu mascota, puede que a ésta no le agrade su nuevo lugar e intente ocupar la tuya.

Recuerda que su sentido del espacio está relacionado con el de marcar su territorio, si percibe alguna amenaza o inseguridad contra un sitio que sienta que le pertenece o a partir de una separación de ella contigo, comenzará a dejar marcas para reafirmar su dominio y demandará más atención, lo cual hará que te sientas frustrado y tu mascota también. Pasa lo mismo cuando llega a casa otro inquilino, ya sea animal o persona.

3.- Una mascota joven tiende a adaptarse mejor y más fácil a los nuevos muebles que una adulta.

Tanto tú como tus mascotas deben adaptarse a los nuevos muebles, ésto es más fácil si desde pequeño se les enseña a cuales se puede o no subir y en qué lugares puede o no jugar. Si en ese momento se les indica a no rasgar la tapicería de un mueble sino afilar sus garras en un objeto especialmente dedicado para eso, por ejemplo, seguramente te ahorrarás trabajo y esfuerzo en sustituir cada 6 meses las telas rasgadas.

¿Habías pensado en tu mascota a la hora de remodelar tu casa?

En Akabani queremos que la casa, departamento u oficina en la que trabajas sea cómoda y agradable para tí y para los que te acompañan, ya sean personas o animales grandes, medianos o pequeños, sin que por eso signifique sacrificar estilo o calidad.

Acércate a nosotros para cualquier duda en muebles para oficina, cualquier duda que tengas con gusto la responderemos. 


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